miércoles, 29 de febrero de 2012

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La mañana siguiente Elithabeth se despertó con mucha hambre. Bajó las escaleras que crujían bajo cada paso que daba. En la cocina se sirvió unos cereales con leche,y desayunando sus pensamientos la llevaron a la noche anterior,se puso la mano en la frente de lo cansada que estaba.
 Tras fregar los platos decidió salir a la calle por el periódico. Al abrir la puerta y dar unos pasos por el porche inspiro el aire fresco de aquella mañana,mientras el viento otoñal azotaba las hojas amarillentas de los árboles. Bajó los tres escalones y cogió el rollo de la prensa tirada en el suelo,le quito la gomilla y la desenrollo. Con su mirada fugitiva siguió unos párrafos de la  noticia principal,la chica asesinada,hizo una mueca y tiró el periódico a la basura.
Tras pensarlo un poco, decidió pasear un poco por la ciudad ,para conocerlo mejor. Volvió a ascender por aquellas viejas escaleras.Entró a su cuarto,tenía un toque rústico.Se puso sus sudadera gris,comprada en Nueva York,se pregunto que es lo que hacía en esta pequeña ciudad,tan alejada de la vida a la que estaba acostumbrada,inmediatamente en su cabeza surgieron un par de respuestas,así que apartó sus pensamientos  y se puso los vaqueros azules y unas zapatillas grises un poco desgastadas.Peinó su melena rizada y salió a la calle.
Hacía bastante fresco,el viento jugueteaba con los rizos color caoba de la muchacha, moviendolos suavemente mientras que agitaba con fuerza las hojas de los árboles. Los pocos pájaros que quedaban por esa época cantaban canciones de despedida.Le gustaba la melodía del canto de los pájaros con el fresco de aquel día de otoño. Centrada en sus pensamientos no se dio cuenta como ya estaba en el bosque. El olor de los pinos acariciaba sus sentidos. Le proporcionaba un sentimiento de tranquilidad,aunque se sentía observada.Cansada de vagar por las vacías calles y por el bosque,decidió sentarse bajo un roble gigante.Cerro los ojos e inspiro profundamente ese maravilloso olor.Un ruido a su derecha la distrajo y la asusto un poco,al abrir los ojos y girarse se encontró con una gata siamesa con los ojos de un azul intenso.La gata se acercó con cuidado y se acarició con la mano extendida de la chica.
-Hola gatita.¿Qué haces aquí sola?¿Tienes dueño?Porque me gustaría que vinieras conmigo para hacerme compañía-le pregunto a la gata-¿Pero que hago yo hablando con una gata? y más pretendo que me conteste-se pregunto así misma poniendo los ojos en blanco-Eres muy bonita,te llamaré Luna.
 Decidió que era la hora de volver a casa e ir a comprar.Así que cogió a la gata en brazos y fue a casa.
Dejo a su nueva mascota en la casa y fue por el coche,que se encontraba en el garaje.
En el supermercado hizo una compra bastante grande,de lo que se sentía más orgullosa era de haberle encontrado un collar púrpura y con una luna colgando para su gata.Un trabajador de la tienda se ofreció amablemente a ayudarle a llevarle la compra.Tras eso tenía un poco de hambre así que pensó en ir a comer algo en la cafetería más cercana.
Ya allí se sentó en la única mesa libre para dos que se encontraba al lado de la ventana.Tras la ventana veía pasar a muchos estudiantes que acaban su semana de estudio,ansiosos del fin de semana. Algunos de ellos entraban a las tiendas o simplemente miraban al escaparate,otros reían y se divertían hablando de algo.Varios de ellos entraron a la cafetería.Entonces Elithabeth comprendió lo mucho que echaba de menos a su hermana,no soportaba estar lejos y sola.Una voz masculina interrumpió sus pensamientos nostálgicos.
-Hola¿Te puedo ayudar en algo?-le pregunto el camarero.
-Ah,claro¿Serías tan amable de traerme un capuchino acompañado de un pastel de lima?
-Marchando-dijo el chico sonriendo y dando media vuelta.
Aquel muchacho era un buen partido,alto,bastante fuerte,con el pelo castaño y los ojos de un marrón intenso.Era bastante atractivo y con una sonrisa preciosa. pero había algo en él que la alarmaba,el sentimiento que le provocaba cuando estaba cerca era bastante familiar pero confuso.Otra vez tuvo que volver de sus pensamientos al mundo real tras oír su voz.
-Aquí tienes tu pastel de lima y un capuchino.Que aproveches-volvió a llenar el lugar con su preciosa sonrisa.
La rapidez a la que volvió el chico la desconcentró un poco.
-Jack-dijo el nombre dibujado en la chapa de la camisa del muchacho-¿Te importaría sentarte conmigo?Me gustaría hablar contigo-dijo Elithabeth mirándole con sus ojos color esmeralda,aunque se mostró bastante severa.
-Claro.-volvió a sonreír el chico,aunque esta vez su sonrisa era un poco forzada.-¿Eres periodista?
-Mmm más o menos-le regalo una sonrisa de lo más sincera-Me gustaría hacerte unas preguntas sobre la ciudad y eso¿Te importa?-dio un sorbo a su capuchino.
-No,te escucho.
-Bueno ahora no tengo demasiado tiempo,pero me gustaría hablar contigo después de que acabes tu jornada-termino su capuchino y el pastel-Y la cuenta por favor.
-Bueno termino a las diez,así que sería un placer hablar contigo.
Jack le trajo la cuenta y tras dejar una gran propina salió a la calle,y el frío se caló en sus huesos,hacía demasiado frío para mediados de otoño,cruzó la carretera y se dirigió al coche.Dispuesta a ir por la calle principal vio que la calle estaba cortada por la policia local.Gracias a eso tardo quince minutos más en llegar a su casa.
Nada más llegar le sirvió de comer a su gata y ordenó toda la compra.Acarició a su gata y le dijo:
-Te he comprado un regalito,Luna-saco el collar de su bolsillo y se lo puso en el cuello de su gata.
Decidió ir a darse una ducha antes de salir.Tras eso se puso unos vaqueros grises,unas botas negras,un jersey negro con una raya marrón y una chaqueta negra. Salió de su casa a las nueve y media y hecho a andar hacia la cafetería.
Llegó sobre las diez y cuarto y pensaba que su acompañante ya no estaría.Pero para su sorpresa Jack la estaba esperando en la puerta y la saludó con una gran sonrisa.

lunes, 23 de enero de 2012

I

Era una fría noche de otoño,Carly regresaba de la casa de su amiga.Llevaba los auriculares puestos mientras escuchaba su canción favorita,no prestaba atención a nada a su alrededor.Faltaban 3 manzanas para llegar a su casa,y por el camino planeaba lo que iba a hacer la mañana siguiente.Tenía que girar a la izquierda,para no pasar por un mal barrio.Cuando cruzó la esquina y vió que no había nadie,espiro con alivio.La calle era estrecha con dos escasas farolas en los extremos,la que estaba más cerca de la chica no paraba de parpadear,hasta que se apago haciendo un chasquido.
-Genial-se dijo Carly con ironía.
Mientras avanzaba por la oscura calle iluminada tan solo con la luz de la luna llena,le pareció percibir un movimiento en la sombra.Pensó que era un gato o cualquier animal,pero su corazón empezaba a palpitar cada vez más.Escuchó un ruido a su izquierda.
-Es solo un animal-no paraba de repetir para tranquilizar su mente.
Solo quería llegar a la próxima farola,luego girar a la derecha y salir a la calle principal.El ruido no cesaba y cada vez el miedo se calaba en sus huesos,aligeraba el paso,pero el ruido parecía desplazarse a la misma velocidad que la muchacha.Decidió parar y llamar a su hermana.Unos segundos después de escuchar los molestos pitidos de la línea,una voz dulce y cariñosa cogió el teléfono.Carly le pidió que la viniera a buscar cuanto antes,de pronto se corto la línea,no le dió tiempo ni de decir la dirección a la que se encontraba.Esa situación la ponía más nerviosa aún,pero se dió cuenta de que ya no escuchaba el misterioso ruido,así que decidió darse prisa para llegar a la farola.Con cada paso estaba más cerca.Apenas quedaban unos pasos para llegar a la farola,cuando de repente se movió un arbusto.La chica asustada giró bruscamente para observar,pero no veía nada mas allá de la acera,se dio la vuelta y cuando se disponía llegar a la farola,paro en seco.El impacto de haberse encontrado a alguien debajo de esa farola,la dejo anonadada. La boca de la persona misteriosa se torció en una sonrisa y se apagó la luz de la única farola encendida.El grito desesperado de la muchacha rompió el silencio de esa calle.
La noticia aparecía en todos los medios de comunicación. "Una joven fue hallada muerta en la calle San Bernardo", "Un homicido fue producido en la calle de San Bernardo", "han encontrado el cuerpo de una joven sin vida,no has indicios de violencia".La noticia no tardó ni media mañana para recorrer la pequeña ciudad de Shelboville,la gente quedó impactada con la noticia,ya que la ciudad tenía fama de ser bastante tranquila,quizás demasiado.